domingo, 19 de abril de 2009

FRAGMENTOS DE GRABIEL GARCIA MARQUEZ Y OTRAS REFEXIONES

FRAGMENTOS DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ


1. Te quiero no por quien eres, sino...... por quien soy cuando estoy contigo.

2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hara llorar.

3. Solo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.

4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.

5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.

7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.

8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.

9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes deque conozcas a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido.

10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.

11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes quehacer es seguir confiando y solo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.

12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quien eres antes de conocer a alguien más y esperar que esa persona sepa quien eres.

13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.



recuerda:"TODO LO QUE SUCEDE, SUCEDE POR UNA RAZÓN"



El sentido de la vida”

Reflexiones para compartir...


El sentido es la razón, el para qué, el motor de todo aquello que hacemos, el motor de nuestra vida. Está siempre, es un compañero incansable y muchas veces silencioso, por esto es que cuesta en algunos momentos descubrirlo, reconocerlo, porque está tan dentro nuestro que si no tomamos contacto con nuestro interior, con ese que nos habita en lo profundo, podemos perderlo de vista.
Perderlo de vista al punto de creer que el sentido “es ese” que la sociedad nos muestra, “es ese” que nuestros amigos y familiares con amor nos dicen, “es ese” que tiene que ser, dado desde afuera y por el otro; por lo tanto un sentido ajeno, prestado, lejano, un sentido sin sentido.

Pero… ¿hay un sentido?, ¿quién puede decirlo?
Si el sentido habita en cada ser humano, en cada PERSONA, no hay “un sentido” sino “sentidos”, sentidos que hablan de personas, de historias, de experiencias, de sueños y fracasos, de dolor, de muerte. Sentidos para todos y cada uno, porque cada vida tiene sentido, es sentido.

Ahora, ¿qué nos pasa que tratamos muchas veces que nuestro sentido sea el sentido para otros?, ¿tiene sentido esto?, ¿no estamos acaso, cerrando la puerta del descubrir propio, de la otra persona?, ¿cómo podemos acompañar el camino de búsqueda y descubrimiento del sentido?, ¿hay un camino?, ¿es acaso, la vida misma el camino que a partir de los hechos y circunstancias nos enfrenta con el que somos y nos muestra, veámoslo o no, “el sentido”?, ¿cómo encontrarlo cuando sangra la carne?, ¿cómo reconocerlo cuando nos sentimos perdidos?, ¿cómo aceptarlo cuando quisimos otra cosa?
Es que a veces duele y otras es tan simple que por simple, no parece, y lo vamos complicando y buscamos, buscamos y también nos cansamos de buscar.

Ahora… ¿cómo buscamos sentido?, ¿lo buscamos creyendo que está fuera de nosotros?, ¿que en “el otro” o “lo otro” está esperando a que lleguemos, lo tomemos y nos lo apropiemos?
¿Buscamos el sentido en la felicidad?, ¿qué es felicidad?... Felicidad por un niño que nace, felicidad porque se tiene más tiempo de vida, felicidad por encontrar a quien se ha perdido, o por perder a quien nos ha oprimido tanto tiempo.
¿Es la felicidad lo que da el sentido o el sentido lo que conduce a que la felicidad sea tal, más allá de las circunstancias?
¿Buscamos sentido en el tener?, y ¿si perdemos lo que tenemos, perdemos el sentido?
¿Es la búsqueda un movimiento o un estar atento a la manifestación, al descubrimiento?

Se revela lo importante, lo trascendente, en el momento en que estamos abiertos y receptivos a la posibilidad de que sea lo que “es”, más allá de las propias ilusiones, miedos, expectativas y hasta deseos.
Ser como tierra que en esa quietud aparente recibe la vida, la cobija, la protege, la nutre, la deja crecer y salir hacia la superficie. Es éste el movimiento de búsqueda, una apertura a la vida, al sentido mismo que ella encierra y libera en cada instante.
Pero a veces se reseca la tierra y deja de ser nutriente, no permite la vida porque se ha endurecido, no tiene la posibilidad de adaptarse y aceptar la vida que quiere acomodarse en ella. Y así como esta tierra, no vemos, no descubrimos sentido a lo que hacemos, a lo que vivimos, a lo que nos pasa; el hastío y la soledad nos invaden; es un vacío lo que nos llena y no nos deja respirar.

El hombre sin sentido es una emoción que no encuentra puerto donde anclar y echar redes; es un eterno amor no correspondido; es un grito al vacío no escuchado; es un hombre partido, a la deriva, entristecido.
Un hombre sin sentido ha perdido la esperanza y solo vive el hoy, no importa ya el mañana.

Desconozco su autor

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